
11 Nov El reto del TDAH en el aula
Educar de manera adecuada a un alumno con TDAH puede ser todo un reto. ¡Aquí te damos algunos tips a tener en cuenta!
El TDAH es el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y afecta entre un 5% y un 7% de la población infantil en todo el mundo (Universia España, 2019). Este trastorno tiene 3 síntomas principales: la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad, que se manifiestan en diferente grado y proporción en cada caso.
Aunque, actualmente, se haya demostrado que un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado permite una evolución positiva del trastorno, lo cierto es que tiene un gran impacto sobre el rendimiento escolar y social de los niños que la padecen. Muchos educadores y psicólogos profesionales han hablado sobre cómo habría que tratar este trastorno en el aula. Aquí recogemos algunos de los consejos más importantes:
- Asentarlo a primera fila. Estar más cerca de la pizarra y del profesor hará que se distraiga menos y le sea más fácil mantener la atención.
- Controlar la agenda. Ayudar al alumno a utilizar la agenda y utilizarla como medio de comunicación con sus padres.
- No limitar el tiempo en las tareas. La presión de una prueba y el tiempo, puede que perjuicio negativamente los estudiantes con TDAH, por ello, se aconseja ofrecerle más tiempo para que realice sus actividades.
- Supervisar su proceso de aprendizaje continuamente.
- Crear un clima de confianza en la clase para que se sienta seguro para intervenir y preguntar dudas.
- Evitar ponerlo en evidencia. Hay que intentar no tratarlo diferente entre sus compañeros de clase de manera muy evidente, esto podría provocar un rechazo por parte del resto de los alumnos.
- Apostar por un sistema de evaluación continua que tenga en cuenta el trabajo, el esfuerzo y los resultados que se van obteniendo de manera progresiva en las aulas.
- Dividir las tareas en diferentes partes, para facilitar su seguimiento y la comprensión.
- Realizar unos minutos de relajación en el aula después de actividades que hayan requerido un mayor dinamismo o interacción. Como por ejemplo, después de las clases de Educación Física o de la hora del patio.
- Fomentar métodos educativos activos y participativos que involucren a los estudiantes. Hay que desarrollar tareas que hagan captar la absoluta atención de los alumnos. A continuación, 4 ejemplos de ejercicios:
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- Actividades de identificar errores o diferencias
- Los rompecabezas, ya que además de captar la atención, tienen un incentivo
- Ejercicios de completar frases
- Juegos de memoria
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Según el Dr. Russell Barkley, “ser justo no es tratar igual a todos, sino darle a cada uno lo que necesita“. Sólo entendiendo y enseñando que todos somos diferentes se puede conseguir un clima de respeto y de confianza en el aula que comprometa a los alumnos con su propio proceso de aprendizaje y con los de sus compañeros.