La educación emocional

La educación emocional no es una moda, es una necesidad

La educación emocional es hoy un tema de actualidad. Parece que se empieza a considerar la gestión de las emociones como parte importante en la educación, y todo apunta a que esta educación se llegará a instaurar como parte del currículo escolar, para que pueda aportar todos sus beneficios a la formación de futuras generaciones.

¿Qué es la educación emocional? La educación emocional es aquella educación que se basa en conocer y reconocer las emociones, tanto las propias como las de los demás, y utilizar esta información para conducir nuestro pensamiento y nuestras acciones. Es decir, la educación emocional pretende aprender a identificar y expresar emociones y sentimientos, trabajando así la forma de interaccionar con el mundo.

A pesar de la complejidad de definir el concepto de la educación emocional, Rafael Bisquerra, presidente de la RIEEB (Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar) la describió como el “proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral”.

Es evidente que las emociones afectan a nuestra forma de ver y de pensar, por este motivo, saber gestionarlas es la clave que nos permitirá tener el control sobre cómo vivimos nuestra propia vida.

El principal objetivo de la educación emocional se centra en el desarrollo de las competencias emocionales. Tomaremos como referencia las 5 competencias emocionales principales que ha identificado el GROP (Grupo de Investigación en Orientación Psicopedagógica):

  • La conciencia emocional: Reconocer las emociones propias y las de los demás.
  • La regulación emocional: Responder adecuadamente a las emociones que experimentamos.
  • La autonomía emocional. La autogestión de las emociones por no verse afectado por los estímulos del entorno.
  • La competencia social: Tener habilidades sociales que faciliten las relaciones interpersonales.
  • Las habilidades de vida y bienestar: Tener habilidades, valores y actitudes que contribuyan al bienestar personal y social.

Según la psicóloga y escritora Begoña Ibarrola, “las investigaciones nos dicen que el éxito en la vida depende mucho más de las competencias emocionales (70-80%) que de las competencias técnicas y cognitivas (20-30%)”. Por eso, no podemos entender la educación emocional como una moda, sino como una necesidad.

Como fin último, la educación emocional pretende desarrollar la inteligencia emocional, que será pues la que nos permitirá saber identificar qué sentimos, entender que sienten los demás, decidir cómo actuamos en consecuencia con nuestras emociones o cómo actuamos ante las emociones de los demás.

Como consecuencia, las ventajas y los beneficios de trabajar la educación emocional en el aula son numerosas como: el aumento del crecimiento personal y la felicidad, el aumento de las habilidades sociales, la disminución de pensamientos autodestructivos, la disminución en el índice de violencia y agresiones, la mejora del rendimiento académico o la disminución en la iniciación al consumo de drogas y disminución de los trastornos relacionados con la comida.

Por todo ello, es importante que desde pequeños, tengamos herramientas necesarias para que seamos más fuertes emocionalmente. En Kultural Tours ofrecemos salidas emocionales para todos los niveles: Talleres de autoconocimiento y gestión emocional, actividades vivenciales y participativas, dinámicas para fomentar la cohesión de grupo, la empatía o las habilidades sociales y comunicativas…

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Fuente: Viquipèdia, R. Bisquerra, B. Ibarrola.



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